15 de octubre de 2007

VISTO PARA SENTENCIA


Una de las numerosas contribuciones del lenguaje jurídico a la lengua común es la fórmula «visto para sentencia». Indica que un hecho, una acción o un proceso han llegado a su término, después de haber atravesado diversas fases y únicamente a la espera de la conclusión definitiva, esto es, la determinada por la «sentencia» del juez. Como ocurre en los juicios de los tribunales, ante lo que está «visto para sentencia» ya no caben pruebas ni argumentos, sino sólo algo que ya queda fuera del alcance del afectado. El estudiante hace el examen y a partir de ese instante empieza a actuar la maquinaria que le concederá el aprobado o le castigará con el suspenso. Hasta que aparezca la nota, el juicio está «visto para sentencia», al igual que en cualesquiera otras acciones o decisiones donde ya no cabe marcha atrás ni hay vuelta de hoja. Pero con frecuencia la expresión es aplicada impropiamente a cualquier hecho acabado, esté o no pendiente de una resolución final. En el lenguaje deportivo ya se ha convertido en un tópico de cronistas y redactores, para quienes todo partido, combate, disputa o encuentro queda «visto para sentencia» al sonar el pitido final, pese a que la sentencia ya está dada en el marcador correspondiente. Bien es verdad que en materia de errores idiomáticos todo es susceptible de empeorar. Y la última vuelta de tuerca consiste en cambiar el participio visto por su parónimo listo. Aparecía escrito en el relato de un reciente encuentro de fútbol: «en el minuto 92 el partido queda listo para sentencia». Con lo sencillo que sería decir que el partido «acaba», sin más.


(Publicado en El Correo, 10.10.07)

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