27 de enero de 2009

PANTACA


La creación verbal en el mundo de la moda y la indumentaria no solamente se manifiesta en la continua incorporación de neologismos y nombres comerciales para designar ciertas prendas. En el lenguaje coloquial, y especialmente en los usos juveniles, de vez en cuando surgen términos que pronto alcanzan cierto éxito. Ahora ocurre con «pantacas», que es el nombre dado a los pantalones. Olvidado ya el origen del vocablo (el personaje de Pantalone en la Commedia dell’Arte italiana), «pantaca» se extiende imparable como señal de estar al día, pero asimismo como marca diferenciadora. Porque, aunque «pantaca» sirva para toda clase de pantalones, desde los tejanos hasta los de raya bien planchada, donde adquiere su más aquilatada aplicación es en los pantalones de cintura baja que dejan ver los ‘gayumbos’ (centenaria voz del caló ahora revitalizada como si de una rabiosa novedad se tratase) o, en su caso, el nacimiento de las asentaderas. El «pantaca» por excelencia es el pantaca caído que se alborota en la región de los tobillos amenazando con provocar un disgusto al portador en caso de tener que acelerar el paso. El mecanismo de creación del término es relativamente frecuente en las jergas. Se toma una palabra ya existente, se apocopa, y a lo que queda de ella se le agrega un sufijo, en este caso –aca. El sufijo -aca no tiene un valor unívoco. Unas veces produce efectos despectivos («sudaca» por ‘sudamericano’), otras trata de mover a risa («sonaca» por ‘loco’, ‘sonado’) y otras conserva un aire castizo que viene de antiguo («naturaca»). Viejas fórmulas, en fin, con aires nuevos.

Publicado en el suplemento cultural 'Territorios' de El Correo, 24.1.09

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, agregué tu blog a una lista en mi espacio de traducción, te invito a visitarlo. Felicitaciones, tus publicaciones son muy interesantes! Saludos,
Mariela
http://eulatranslations.spaces.live.com