20 de noviembre de 2010

Sujeto electoral

La izquierda abertzale siempre ha sido maestra en la fabricación de circunloquios y eufemismos para burlar la realidad y planear por encima de ella como si estuviera exenta de atender a su lógica como el resto de los mortales. Su última invención es ese «sujeto electoral» que englobaría a fuerzas como Aralar, Eusko Alkartasuna y la formación que en su caso represente a la ilegalizada Batasuna o su sucedáneo. Es decir, lo que siempre se ha llamado «agrupación» o «coalición» electoral. La necesidad de evitar el nombre exacto de las cosas parece lógica en el ámbito delictivo: si el atracador conocido como «El Solitario» se declara «expropiador de bancos» y los asesinatos terroristas son «acciones armadas» a los ojos de la hinchada que los alienta, es porque de esa manera el crimen queda dulcificado con el azúcar de las palabras. Ahora bien, cuando los proyectos se comprometen a cumplir con la legalidad no parecen necesarias las máscaras verbales. Tal vez en su nueva travesía la izquierda abertzale no ha querido desprenderse de los hábitos de escapismo lingüístico para mantener así una tradición propia, un sello de marca, una seña de identidad. Su obstinada pelea contra la evidencia ha ido siempre acompañada de una no menos terca discrepancia de la semántica. Si el sujeto es la persona que ejerce la acción, el único «sujeto electoral» posible son los ciudadanos individualmente considerados, no las formaciones que piden su voto y que serían más bien «objeto» de la elección. En otro sentido, el sintagma «objeto electoral» se ha empleado a veces para designar los señuelos humanos o materiales usados para atraer el voto. O para las urnas y las papeletas, objetos de indiscutible presencia en la liturgia de los comicios. No se sabe todavía si la izquierda abertzale conseguirá participar en la próxima consulta; pero, de momento, ya ha emprendido su particular campaña de signos. De signos dislocados, como de costumbre.

Publicado en el suplemento cultural 'Territorios' de El Correo.

1 comentario:

Helena dijo...

Hola, José María:

No sé dónde escribirte así que te lo cuelgo aquí: atención a los periodistas del Marca, confunden "infligir" con "infringir".

"...en apenas 15 minutos le había infringido al de Jávea un duro 4-0".

http://www.marca.com/2010/11/21/tenis/masters_1000/1290376699.html

Gracias